El ejercicio en los cachorros
¿Puede un cachorro dar largos paseos? ¿Es recomendable limitar el ejercico? En el siguiente artículo os explicaremos un poco sobre los cuidados recomendables para evitar futuros problemas y que nuestro cachorro tenga un correcto crecimiento.
Durante el desarrollo del cachorro los huesos no son lo suficientemente resistentes, los músculos no tienen la fortaleza necesaria, y los ligamentos se están formando adaptándose a unos músculos y cartílagos que crecen constantemente.
En el plano físico, los cachorros no deberían hacer nada que no fuera «ser cachorro», al menos, hasta los seis meses de edad. Los ejercicios bruscos o de explosión (jugar con discos volando, saltos de agility, correr detrás de una pelota...), con demasiado esfuerzo (arnés de tiro) o exigentes (habilidades caninas en las que intervienen articulaciones, cadera…) deberían estar terminantemente prohibidos en los cachorros.
En su lugar podemos jugar perfectamente con discos u objetos que ruedan por el suelo a baja velocidad (sin saltos ni excesiva explosividad), o practicar infinidad de habilidades caninas no exigentes. Es más, aunque hay quien valora más los ejercicios físicos espectaculares, lo cierto es que las mejores habilidades caninas nacen de la mente del perro, de su autocontrol y de su capacidad para gestionar su propio cuerpo. Y todo eso sí que lo podemos practicar con un cachorro, adaptado a su edad, claro.
5 ejercicios «prohibidos» en cachorros (o que deberían estarlo)
1. Discos, frisbee… volando. Mejor rodando por el suelo.
2. Saltos, vallas…
3. Habilidades como «el oso» (saludar con las patas delanteras en el aire).
4. Juegos intensos (algo tan simple como una pelota lanzada).
5. Paseos en los que nosotros vamos en bicicleta.
Otra de las recomendaciones que siempre damos es evitar que los cachorros suban escaleras, debido al tremendo esfuerzo que tienen que hacer con los cuartos traseros para lograr ascender los escalones. También, en la medida de lo posible, trataremos que los cachorros crezcan en un suelo con adherencia, lo que evitará continuos rebalones y a la postre lesiones. En muchos de los hogares hay instalados parquets o tarimas flotantes, que no son la mejor de las superficies para el agarre de nuestros amigos de cuatro patas. En este caso, nos aseguraremos siempre que el pelo que crece entre las almohadillas se mantenga corto, con lo que conseguiremos limitar el deslizamiento y ganaremos bastente adherencia.
Es de vital importancia limitar cualquier sobreesfuerzo arriba indicado, pues limitaremos de esta forma lesiones y erosiones en tejidos y estructuras en crecimiento, que a la postre darían lugar a lesiones o daños permanentes en la edad adulta de nuestro perro.