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Atrofia Progresiva de Retina

QUÉ ES EL PRA

Las atrofias progresivas de retina (PRAs, siglas de su nombre inglés) son un grupo de desórdenes retinales heredables de los perros que guardan una estrecha relación fenotípica y clínica con la retinitis pigmentosa de humanos.

Gracias a que existe esta similitud entre el perro y humanos este grupo de desórdenes se ha estudiado profundamente en el campo de la veterinaria, en bus ca de un modelo animal.

 La atrofia progresiva de retina causa una degeneración visual progresiva que generalmente finaliza con una ceguera completa. Los signos más tempranos que puede notar un propietario cursan con ceguera nocturna, midriasis (dilatación de la pupila) e incremento en la eflectividad del ojo. La enfermedad por lo general empeora, lo que lleva a la ceguera diurna. Desde el punto de vista de la edad de inicio y la velocidad de progresión, los PRA se pueden clasificar como tempranos o formas de aparición tardía. El diagnóstico fenotípico se basa en los signos clínicos, examen oftalmológico del fondo de ojo, y electroretinografía. Independientemente de la heterogeneidad fenotípica, las mutaciones conocidas responsables de los PRA se producen en muchos genes diferentes típicamente implicados en las vías de fototransducción.

 Una de las formas más comunes de PRA, es la conocida como degeneración progresiva de conos y bastones (PRCD). Este desorden es de inicio tardío y herencia autosómica recesiva. Este tipo de PRA se ha descrito hasta la fecha en 18 razas diferentes de perro entre las que se incluye el perro de agua español.

 En las 18 razas analizadas, PRCD es causada por una mutación por sustitución de un único nucleótido (conocida como c.5G > A; DQ390330) en un gen de función todavía desconocida llamado PRCD, que codifica una proteína de 54 aminoácidos y se localiza en una región del cromosoma canino 9. Las herramientas moleculares de las que disponemos en la actualidad hacen que el diagnóstico genético de esta enfermedad sea relativamente sencillo y rápido. 2 ¿Cuando tenemos un ejemplar que se diagnostica como afectado, Implica necesariamente la perdida de la vista?

 Existen variaciones significativas desde el punto de vista de edad de aparición y progresión de la enfermedad tanto entre las diferentes razas afectadas por PRCD como dentro de una misma raza. Como en todas las enfermedades degenerativas, la dotación genética de un individuo afectado por PRCD lo predispone a desarrollar una serie de síntomas asociados a este desorden, pero la progresión de los mismos es de carácter individual. La edad de inicio de PRCD varía entre los 3 y los 12 años de vida. De esta manera, un animal afectado puede desarrollar completamente su enfermedad alcanzando la ceguera con tan sólo tres o cuatro años de vida, y algunos pueden llegar al final de su vida sin desarrollar completamente la enfermedad.

 Existen numerosos estudios publicados que han intentado relacionar la dotación genética o genotipo con las características clínicas desarrolladas por los animales o fenotipo. Si bien, el conjunto de síntomas desarrollado es estable dentro de una raza, la edad de inicio varía ampliamente, lo cual parece indicar que los factores ambientales son los principales reguladores de la aparición de estos síntomas.

 

 ¿CÓMO SE DEBERÍA ACTUAR CON ESOS EJEMPLARES?

PRCD se transmite a la descendencia como un rasgo autosómico recesivo. Un trastorno genético recesivo se produce cuando un animal hereda el mismo gen anormal para el mismo rasgo de cada padre. Si recibe un gen normal y un gen de la enfermedad, será portador de la enfermedad, pero por lo general no va a mostrar síntomas. Esto quiere decir que podemos encontrar tres tipos de animales:

Genotipo  N/N:  Sano.  El  perro  no  es  portador  de  la  mutación  causante  de  la  atrofia progresiva de retina.

Genotipo  N/PRA:  Portador.  Se  trata  de  un  portador  q ue  cuenta  con  un  50%  de probabilidad de transmitir la enfermedad.

Genotipo  PRA/PRA:  Afectado.  Homocigoto  susceptible de  desarrollar  atrofia progresiva de retina.

La posible descendencia de los diferentes cruzamientos entre animales se resume en la siguiente  tabla.  Es  importante  resaltar  que  estas  probabilidades  se  refieren  a  cada cachorro y no al conjunto de la descendencia resultante de un cruzamiento en particular.

Padre Madre Descendencia Sano Sana 100% Sano Sano Portadora 50% Sano + 50% Portador Sano Afectada 100% Portador Portador Sana 50% Sano + 50% Portador Portador Portadora 25% Sano + 25% Afectado + 50% Portador Portador Afectada 50% Portador + 50% Afectado Afectado Sana 100% Portador Afectado Portadora 50% Portador + 50% Afectado Afectado Afectada 100% Afectado

 Hay que tener en cuenta que no existe cura para PRCD por lo que diagnosticar a las parejas reproductoras antes de obtener las camadas debe ser  considerado  como  una práctica responsable de crianza. También es importante tener en cuenta que el hecho de que un animal resulte genéticamente afectado por PRCD no implica necesariamente el desarrollo completo de la enfermedad, como ya se ha explicado anteriormente.

 Por  otro  lado,  aún  en  el  caso  de  desarrollar  los  síntomas  de  la  enfermedad,  estos animales pueden vivir una vida plena con una serie  de cuidados especiales y, al igual que  cualquier  otro  animal  poseedor  de  una  discapacidad,  pueden  llegar  a  ser  unas excelentes mascotas. 3   ¿Influye el clima y la cantidad de sol con la aparición de síntomas compatibles con la enfermedad?  Se ha querido relacionar la aparición de enfermedades frecuentes de los ojos con la luz solar. Pese a que se han propuesto modelos teóricos, para la mayoría de enfermedades sugeridas  la  teoría  carece  de  demostración  empírica,  y  además  choca  de  frente  con diversos datos epidemiológicos. Podemos decir que no existe una relación directa entre la exposición a la luz solar intensa y el desarrollo de los síntomas asociados a PRCD, aunque estos o las molestias derivadas de  ellos  sí pueden verse  aumentadas con  este factor.  También  es  frecuente,  que  algunas  lesiones derivadas  de  la  exposición continuada a una luz solar intensa puedan confundirse con algunos de los síntomas de una atrofia de retina.

La retina tiene dos tipos principales de células - conos y bastones. Los conos y bastones se llaman fotorreceptores porque detectan y responden a los estímulos de luz. Así, uno de los primeros síntomas de la degeneración de los conos oculares es la aparición de fotofobia  o  hipersensibilidad  a  la  luz.  Este  síntoma,  aparentemente  inofensivo, puede resultar extremadamente doloroso frente a una exposición a una luz intensa, bien sea natural o artificial.

 Otro  de  los  síntomas  más  tempranos  de  PRCD  es  la  midriasis  que  provoca  una dilatación  excesiva  de  la  pupila  del  ojo  y  una  imposibilidad  de  contracción  de  los músculos de la misma. De igual forma que sucede con la fotofobia, una exposición de un  animal  con  midriasis  a  una  luz  intensa,  provocará  una  disfunción  elevada  en  su sentido de la vista, la cual cesará en condiciones de penumbra o en las horas nocturnas.

 Con estos ejemplos se quiere ilustrar como una exposición a una luz intensa, a pesar de no estar directamente relacionada con la aparición de los síntomas de PRCD, sí puede llegar a incrementarlos.

 Por otro lado, con una exposición continuada a luz solar intensa, se pueden producir lesiones  agudas  en  la  córnea  que  pueden  llegar  a  ser  bastante  dolorosas,  pero  que habitualmente curan sin secuelas. Estas afecciones resultan en una disminución visual del animal que puede confundirse con los síntomas de PRCD.

De igual forma el calor, el frío, el viento y la humedad son algunos factores que pueden perjudicar,  y de hecho perjudican, a los ojos. Dependiendo de la estación del año, la zona donde viva el animal, la actividad que realice y donde destacarán unos más que otros.  Es prácticamente imposible cuantificar como los factores ambientales, bien sean o no climáticos, influyen en el desarrollo de una enfermedad compleja como es PRCD.

 

¿ES EL PERRO DE AGUA ESPAÑOL UNA RAZA ESPECIALMENTE AFECTADA POR EL PRA?  

La  incidencia  del  alelo  mutado  para  PRCD  está  poco estudiada  actualmente  en  la población mundial de perro de  agua español. No obstante, gracias  a las herramientas diagnósticas de las que disponemos actualmente es de esperar que la frecuencia real se haya  visto  modificada  por  los  cruzamientos  selectivos  derivados  de  un  diagnóstico previo  de  las  parejas  reproductoras  con  el  fin  de  evitar  la  aparición  de  individuos afectados en las camadas.

 Los resultados diagnósticos obtenidos en nuestro laboratorio en el año 2015 y principios de 2016 se resumen en la siguiente tabla:

Estadística PRCD Muestras Porcentaje  
Genotipo N/N 407 59,07
Genotipo N/PRA   249   36,14
Genotipo PRA/PRA 33 4,79
 Total 689 100,00

                                               

Como  podemos  observar,  la  frecuencia  de  individuos afectados  en  la  muestra  de población analizada no llega al 5%, lo cual es un dato esperanzador indicativo de unas buenas prácticas de crianza.

Fuente: REVISTA BE WATER. UNIÓN DE CRIADORES DEL PERRO DE AGUA ESPAÑOL

Texto de Dra. Mª Isabel Macías Borrego Laboratorio de análisis veterinario Dr. Barba Unidad de Biología Molecular e Investigación C/Puerto Linera, 14. 28935. Móstoles (Madrid).

Salud